miércoles, 25 de noviembre de 2009

NOMEN EST OMEN: El nombre es destino


Los romanos pensaban que el nombre determinaba en gran medida el destino de quien lo llevaba. Descubramos cómo eran nombrados los romanos a través de los NOMINA* ROMANA (nombres romanos). Generalmente llevaban tres: Praenomen (prenombre), nomen (nombre) y cognomen son los llamados TRIA NOMINA** como en Cayo Julio César.

*En español conservamos la palabra nómina en el sentido de lista de nombres de los empleados de una empresa, esos nombres suelen aparecer ligados a su cargo y sueldo.
**En el principio de la República sólo se contaba con un praenomen y un nomen. Luego se añadía la filiación: Caius Julius Caesar C.(Caii) F (filius). C (Caii). N (nepos), esto es: Cayo Julio César, hijo de Cayo, nieto de Cayo.


 Praenomen: Equivale a nuestro nombre; el hijo lo heredaba del padre. Como sólo había una lista de 17 o 18 praenomina, solían repetirse y, como eran conocidos por todos, se ponían en forma abreviada.

Algunos de los que nos resultan más conocidos son* :

Gaius (G.) / Caius (C.); Gayo / Cayo
Gneus (Gn.) / Cneus (Cn.): Gneo / Cneo
Lucius (L.); Lucio
Marcus (M.); Marco
Publius (P.); Publio
Quintus (Q.) ; Quinto
Tiberius (Ti.); Tiberio
Titus (T.); Tito

*Aparece el nombre latino seguido de su abreviatura y su traducción


Nomen: Es como nuestro apellido. Indica la gens, esto es, el linaje al que se pertenecía; se transmitía de padres a hijos como “nombre de familia”. Es un nombre colectivo y siempre se usa completo, sin abreviaturas. Perdura durante generaciones. Se han documentado cientos, entre ellos: Iulius, Aemilius, Antonius, Cornelius, Tullius, Domitius, Claudius…

Ejemplifiquemos con la gens o familia Julia (que toma su nombre a partir de Iulus o Ascanio, hijo de Eneas y de Venus, de quien Virgilio hace proceder a esta gens). Sus dos miembros más reconocidos son el ya mencionado C. Julio César y Augusto. La familia Claudia sucedió a esta gens en el poder de Roma; pertenecían a ella Tiberio* Claudio Nerón, Tiberio Claudio Druso, Nerón Claudio César Augusto Germánico y también Cayo César Calígula, todos ellos emperadores romanos. Ambos grupos conforman la gens Julio-Claudia, paradigma que durante muchos siglos se ha propagado de la época imperial de la Roma antigua.

*Aparece remarcada la forma que ha prevalecido y con la que nosotros los conocemos

Cognomen: Representa una rama de la gens o familia. Es un nombre que se utiliza para diferenciar a los individuos dentro de una misma gens; atendiendo a alguna cualidad, profesión, característica física o mental o a algún acto de relevancia. Sí; sería como un apodo.



C. Iulius Caesar, debe su cognomen a caesura que significa “corte” porque se dice que nació a través de un corte hecho al vientre de su madre, de ahí “cesárea”. También se dice que a partir de caesaris: cabellera abundante, aunque ésta no era una de las características de Julio César que más bien era calvo.

M. Tullius Cicero, su cognomen remite a cicero, garbanzo, porque tenía una notoria verruga con esa forma.

P. Ovidius Naso, este cognomen designaba a alguien de nariz grande; Nasica tenía el mismo significado.

Cn. Iulius Agricola, este cognomen alude al cuidado del campo.

Ahora revisemos algunos cognomina referidos a características físicas:

Barbatus: de espesa barba, barbado
Calvus / Calvinus: calvo o de escasa cabellera
Albus / Albinus: blanco
Niger: negro
Caecus: ciego
Cincinnatus: de pelo rizado
Flavus: de cabello rubio, rojizo
Longus: largo
Paullus: pequeño
Pulcher: hermoso
Priscus: anciano / Vetus: viejo

También podían referirse a características de comportamiento o defectos:

Balbus: tartamudo
Bibulus: bebedor; literalmente.: el que absorbe
Brutus: bruto
Catus: astuto
Catulus: cachorro, gatito
Lentulus: un poco lento
Lepidus: flamante

En algunos casos el cognomen estaba relacionado con la circunstancia que rodea al nacimiento de alguien: Postumus es el nacido después de la muerte del padre; Proculus, el nacido en ausencia del padre (procul en latín significa lejos).


Además de los tria nomina, con frecuencia se añadía un agnomen que tenía carácter honorífico, como en el caso de P. Cornelio Escipión al que se agregó el agnomen: (el) Africano, debido a su gran labor como general en las Guerras Púnicas (emprendidas por Roma contra Cartago).

En casos de adopción se añadía el nomen y cognomen del padre adoptivo y el nomen original pasaba a ser un tipo de cognomen con la terminación -anus: C. Octavius pasó a ser C. Iulius Caesar Octavianus, nombre al cual después se le añadió el agnomen Augustus que significa majestuoso, imperial; nos referimos a Octavio Augusto, el primer emperador romano.

¿Notan algo curioso? Hemos hablado sólo de varones. ¿Y las mujeres, cómo eran nombradas? Tenían el nomen del padre: la hija de Iulius era Iulia. Si había dos hijas, para diferenciarlas, se ponía (a modo de cognomen) un adjetivo correspondiente al orden de nacimiento: Julia Maior, Julia Minor, o, si había más de dos hijas, un ordinal: Tertia, Quarta, Quinta, Sexta… Otro ejemplo: Livia Drusilla, hija de Marcus Livius Drusus, heredó el nomen y el cognomen pero en su versión femenina. Al casarse, algunas mujeres podían llegar a tomar el nombre del esposo.


Si usted es mujer piense cómo sería nombrada a la usanza romana. Busque la forma femenina del nombre de su padre y el número de hija (remarco, mujer) que es; esto es, si su padre se llama Víctor y usted es la tercera hija, su nombre sería Victoria Tercera (Victoria Tertia, en latín).

Si usted es varón, tome el nombre de su padre y alguna característica distintiva de su familia; así, el hijo de un hombre llamado Mario cuya carrera militar sea notable podrá llamarse Mario Marcial (Marius Marcial, en latín pronunciado como /Markial/) o el de un torero llamado Manuel, sería Manuel Taurino.

Actualmente la asignación de los nombres depende de muchos factores: por herencia de padres o abuelos, por el día de nacimiento, por la “estrella” de cine, de música o de fútbol del momento.

¿Sabe usted qué significa su nombre?, ¿sabe usted la razón por la que sus padres decidieron llamarlo de esa manera? ¿Qué tan acorde es su nombre con su personalidad?

Nomen est omen: El nombre es destino, ¿usted, lector/lectora, qué piensa?


DE NUESTRA ESCRITORA


Éricka Castellanos Moreno

Licenciada y maestra en Letras Clásicas por la UNAM en cuya Fac. de Filosofía y Letras es docente desde hace más de una década. Asimismo imparte clases de latín y griego en el Instituto de Formación Teológica Intercongregacional de México. Es articulista en diversas revistas. Disfruta al compartir con sus alumnos y lectores su pasión por la cultura grecolatina. Es además mamá y esposa en plenitud. En ese equilibrio percibe y agradece cotidianamente la presencia de Dios.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola muy interesante la nota, yo solo sabia el significado de mi nombre por que me lo dijeron mis papas, pero despues de leer esto me dedique a investigar y me di cuenta q el segundo nombre variaba el significado aunque es parecido, tambien me di cuenta q en mi si aplico lo de NOMEN EST OMEN, segun las descripciones q comentan de como es la persona(pareceria como lo q dicen los signos del zodiaco)es 80% cierto, aunque no creo q mis papas sabrian si en realidad yo seria como lo dice mi nombre? Interesante Nota =)

Ivette dijo...

Curioso y muy interesante ...
que cosas de la vida, yo tomé clases de náhuatl con ella, pero no había leido de su investigación :)